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Onda de choque en suelo pélvico: nueva tecnología en fisioterapia para tu salud íntima

07.02.2025

¿Qué son las ondas de choque?

Las ondas de choque son una forma de energía acústica producida por un cambio rápido e intenso en la presión. Esta variación genera ondas de energía que se propagan a través de medios elásticos, como los tejidos humanos, y provocan efectos mecánicos y biológicos que favorecen la recuperación del organismo.

Existen dos tipos principales de ondas de choque utilizadas en fisioterapia:

  • Ondas de choque radiales, que se dispersan en un área más amplia y tienen un efecto más superficial.
  • Ondas de choque focales, que penetran con mayor precisión en los tejidos profundos.

Ondas de choque en fisioterapia

La terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT, por sus siglas en inglés) ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, tendinopatías y patologías del sistema musculoesquelético. Recientemente, su uso se ha expandido al tratamiento de disfunciones del suelo pélvico, mostrando resultados prometedores en la recuperación de diversas afecciones.

Efectos biológicos de las ondas de choque radiales

La terapia con ondas de choque extracorpóreas ha mostrado efectos positivos en la perfusión de tejidos isquémicos, estimulando la producción de factores de crecimiento y acelerando la cicatrización de heridas.

Además, las ondas de choque ejercen sus efectos terapéuticos a través de múltiples mecanismos:

  • Regeneración de tejido: Provocan microlesiones controladas que activan la reparación tisular, aumentando la producción de colágeno y acelerando la cicatrización de heridas.
  • Neovascularización: Estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos, mejorando la oxigenación y el aporte de nutrientes a los tejidos.
  • Desensibilización nerviosa: Reducen la capacidad de los nervios para transmitir señales de dolor mediante estímulos repetitivos que desensibilizan las fibras nerviosas.
  • Analgesia: Actúan sobre las fibras tipo C, responsables de la transmisión del dolor, interrumpiendo la señal dolorosa sin afectar las fibras relacionadas con el control motor y la propiocepción, garantizando la seguridad del tratamiento.
  • Disminución de la inflamación: La terapia ESWT regula la respuesta inflamatoria y estimula la liberación de factores de crecimiento, contribuyendo a la reducción del dolor y la regeneración de los tejidos.

Efecto de cavitación

Uno de los mecanismos clave de las ondas de choque es la cavitación, que se refiere a la formación y colapso de microburbujas en los tejidos.

Este fenómeno no solo tiene un impacto mecánico directo, sino que también induce microlesiones controladas que generan una respuesta inflamatoria beneficiosa, promoviendo la regeneración y reparación del tejido.

Aplicaciones en la rehabilitación del suelo pélvico

El suelo pélvico es un grupo de músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos y participan en funciones esenciales como la continencia urinaria y fecal, el soporte de los órganos internos y la función sexual.

Las ondas de choque pueden ser útiles en el tratamiento de diversas afecciones relacionadas con esta zona, incluyendo:

  • Dolor pélvico crónico
  • Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales)
  • Vulvodinia
  • Cicatrices fibrosadas
  • Síndrome genitourinario de la menopausia (atrofia vulvar)
  • Liquen escleroso vulvar
  • Frenillo vulvar transverso (pterigón vulvar)
  • Cistitis intersticial
  • Prostatitis crónica
  • Disfunción eréctil
  • Enfermedad de Peyronie

Contraindicaciones

Aunque la terapia con ondas de choque es segura, existen algunas contraindicaciones importantes. Por esto mismo, antes de iniciar el tratamiento, es fundamental realizar una evaluación médica personalizada para determinar si esta terapia es adecuada para cada paciente.

  • Embarazo
  • Presencia de infecciones o inflamaciones activas en la zona tratada
  • Tratamiento de tejidos llenos de aire (pulmón, intestino)
  • Tendones previamente rotos
  • Menores de 18 años
  • Pacientes con trastornos de coagulación o en tratamiento con anticoagulantes orales
  • Pacientes con tumores en la zona a tratar
  • Administración reciente de cortisona en la zona (menos de 6 semanas)

¿Cuántas sesiones son necesarias para ver efectividad?

El protocolo de tratamiento varía según la patología y la respuesta individual del paciente. Generalmente, se recomienda entre 4 y 8 sesiones, con una frecuencia de una o dos sesiones por semana.

Los efectos terapéuticos suelen mantenerse durante al menos 12 semanas después de finalizar el tratamiento, con una menor tasa de recurrencia de síntomas en comparación con otras intervenciones, como los tratamientos farmacológicos.

¿Es una terapia dolorosa?

La percepción del dolor durante la terapia con ondas de choque es subjetiva y depende de la sensibilidad individual. En general, se experimenta como una sensación de presión o leves impactos en la zona tratada.

Algunos pacientes pueden notar un leve aumento del dolor inmediatamente después de la sesión, lo cual es normal y suele resolverse en pocas horas. Sin embargo, la terapia es bien tolerada y no requiere anestesia.

Una terapia innovadora para tu salud íntima

Las ondas de choque representan una alternativa terapéutica innovadora y no invasiva para la rehabilitación del suelo pélvico.

Su mecanismo de acción, basado en la regeneración tisular, la neovascularización y la analgesia, las convierte en una opción eficaz para tratar diversas disfunciones.

Si padeces alguna afección del suelo pélvico y buscas una opción de tratamiento segura y efectiva, consulta con un fisioterapeuta especializado para evaluar si esta terapia es adecuada para ti.